¿Correr arruina tus rodillas? Esto es lo que dice la ciencia
“Correr te va a tronar las rodillas”. ¿Te suena familiar? Si eres corredora, es probable que más de una persona te haya dicho esta frase con toda seguridad, sin importar si lleva años sentada en un escritorio. Pero ¿es verdad? ¿Correr realmente daña tus rodillas?
Durante años se repitió la idea de que el impacto al correr desgasta el cartílago y favorece la aparición de lesiones o enfermedades como la osteoartritis. Sin embargo, hoy sabemos que eso es un mito desmentido por la ciencia.
Un metaanálisis publicado en el British Journal of Sports Medicine que analizó a más de 114,000 personas, concluyó que los corredores recreativos —es decir, quienes corren regularmente pero no a nivel profesional— tienen un 3.5% de riesgo de desarrollar osteoartritis, en comparación con el 10% de las personas sedentarias. Es decir: correr con moderación protege tus rodillas.
¿Por qué sucede esto?
Porque el cartílago articular, al igual que el resto de tu cuerpo, se adapta al uso inteligente. Cada paso estimula la producción de líquido sinovial, el cual nutre y lubrica las articulaciones. El movimiento adecuado fortalece huesos, ligamentos y músculos, y eso reduce el riesgo de lesiones.
Otro estudio de la Universidad de Stanford, que siguió a corredores por más de 20 años, encontró que quienes corren envejecen con menos dolor articular, menos discapacidad física y mayor independencia que quienes no corren.
Entonces, si correr no es el enemigo…
¿Qué sí daña tus rodillas?
🔸 Aumentar el kilometraje muy rápido
🔸 Correr sin descanso adecuado
🔸 No trabajar fuerza muscular
🔸 Usar tenis inadecuados para tu pisada
🔸 Tener una técnica de carrera deficiente
Muchos de los dolores que las corredoras experimentan no son causados por “el correr en sí”, sino por una mala planificación o desequilibrios musculares que afectan la alineación de rodillas y caderas.
¿Qué puedes hacer para cuidar tus rodillas como corredora?
✔️ Sigue una progresión adecuada en distancia e intensidad
✔️ Entrena fuerza al menos 2 veces por semana, enfocándote en glúteos, cuádriceps y core
✔️ Usa tenis adecuados según tu tipo de pisada y reemplázalos a tiempo
✔️ Trabaja tu técnica de carrera: una zancada más corta y cadencia estable ayudan
✔️ Escucha a tu cuerpo: el dolor no es parte normal del entrenamiento
Correr es una actividad que te beneficia. Y no, no estás destruyendo tu cuerpo cada vez que corres: lo estás fortaleciendo. Lo estás enseñando a resistir, a adaptarse, a cuidarte.
Que nadie te diga que correr arruina tus rodillas. Lo que realmente las daña es no moverte, no fortalecerte y no confiar en lo que tu cuerpo puede hacer si lo tratas con respeto.