El 27 de noviembre del 2010 después de entrenar solo un mes, sin haber corrido ni en defensa propia antes y claro, con la insistencia de una amiga (que pronto se convertiría en mi hermana de pista) comencé los primeros 10 km que me cambiaron la vida.
Esa noche, enfundada en mi playera amarillo neón, recorrí…