Soy corredora desde que tengo siete años, y siempre corrí porque la sensación de hacerlo me llenaba el alma y el cuerpo, sin embargo, llegó la faceta que muchas tememos: correr por ego.
Estuve un tiempo alejada de los entrenamientos y competencias por una fuerte lesión en mi pie izquierdo: fractura trabecular, tendinitis y ligamento…
