Corres, te alimentas bien, no te saltas entrenamientos… y aun así, te sientes drenada. No es flojera. No es que no estés hecha para esto. Es tu sstema nervioso pidiendo ayuda. Y nadie te había hablado de él.
Si eres corredora y últimamente sientes cansancio extremo, piernas pesadas, falta de energía o una especie de “desconexión”…
