El mejor maratón de mi vida: Jazmín Carvajal
¿Que te toque un maratón lloviendo? ¿Que te toque un maratón con frío y vientos de más de 50 km por hora? Felicidades, ¡eres un afortunado!. Les contaré mi historia del Maratón de Boston 2018, sin duda, el mejor maratón de mi vida y si algo he aprendido es que la mente es sumamente poderosa, uno puede lograr cosas realmente impresionantes si lo creemos y si lo visualizamos en nuestra mente.
Cabe señalar que no soy una corredora de elite, ni nada por el estilo, pero de algo estoy segura, ¡soy una guerrera del maratón! Amo el maratón, lo respiro , lo transpiro, lo vivo, lo siento, soy como cualquier corredor que ha sudado, llorado, ha estado cansada de sus entrenamientos hasta el agotamiento, llorado cuando no pude correr un largo porque me hice un masaje un día antes y simplemente mis piernas no me daban, todo eso me hizo ser más fuerte y tenaz. ¡Gracias a esto logré hacer el mejor maratón de mi vida! y no que se trata de que hice mi mejor tiempo en maratón sino que el esfuerzo que hice valió ORO en esas condiciones tan maravillosas que corrimos (así lo veo yo) el maratón aquél lunes 16 de Abril de 2018, ¡para mí es el mejor de mi vida, el que me ha cambiado la VIDA!
De algo estaba segura con esa carrera, no importaba el clima, la lluvia, el frío, el calor, el sol… yo la iba a disfrutar a como diera lugar y GAD así fue.
Recuerdo que un día antes en la expo empezaban a caer copitos de nieve, de verdad que jamás esperé ese clima, con un frío que te quemaba la piel, Boston así es, impredecible, nadie sabe realmente como estará el clima hasta el mismo día de la carrera.. ¡y qué! Estás en Boston, todo es genial, todo vale la pena.
No es un maratón como cualquier otro, créanme, la vibra que se siente estar ahí el día previo en la expo, el día de la carrera y el día después (cuando todo Boston se pinta de colores con la chamarra de Finisher de los corredores y se cuelgan la medalla a donde vayan) es lo más maravilloso que me ha pasado en mi vida, es una experiencia que te marca para siempre, no es broma, es la verdad.
Y bueno, llegó el tan esperado día de la carrera (para esto empezó a llover sin parar desde la noche anterior ) me asomaba por la ventana del hotel y veía la lluvia intensa pero a mi jamás me borrarían la sonrisa en mi rostro, ¡estaba feliz!, salí de la puerta del hotel para tomar mi UBER y al salir veo a corredores con paraguas, bolsas de basura ponchos, sudaderas, gorras caminando por la calle y el viento, literal, los movía. Apenas comienza la historia pero seré breve (espero), ya llegando al camión la gente que estábamos adentro teníamos tanto frío que había una ventana del camión que no se podía cerrar pero que entre todos ¡la cerramos!, ya para esto estábamos empapados dentro del camión. ¿Y qué?? Estás en Boston, ¡esto es genial!
Pasaba el tiempo y el camión no llegaba a su destino, ¡se perdió!, nos bajamos en medio de la nada y el tiempo lo teníamos justo, nadie de los que veníamos en el camión sabíamos exactamente donde estábamos, gente que estaba por ahí (policías y un que otro voluntario) nos indicaban el camino, ¡y pues a caminar! Y otra cosa extraordinaria que me pasó (a pesar de las adversidades que yo las veo como una oportunidad para ser mejor) es que donde nos dejó el camión pues resulta era la ruta del maratón. Y que vamos viendo concursar a los Elite de silla de ruedas, pues otra súper experiencia ver en vivo y en directo a estos súper atletas, bueno en resumidas cuentas camine como 2 kilómetros para llegar a la villa de los atletas y en eso que entro a la villa pues para atrás que ya le tocaba a mi corral salir! Otra milla de regreso a la salida, pues bueno ya estoy ahí no importa es Boston! y entre los que veníamos caminando le preguntaba a la gente de donde era con lo poco que podía mover mis labios, ya que estaba congelada literal del frío y la lluvia más el viento pues ya sabrán, ellos me contestaban también con pocas palabras de donde eran no podíamos mover los labios, insisto mi sonrisa nadie me la quitaba…
Pues que ya nos toca salir parecíamos sardinas todos juntitos, un viento inolvidable, un frío implacable y una lluvia poderosa todo eso antes de empezar el maratón, suena el himno de Estados Unidos todos en silencio, ese silencio monumental con todos los corredores llenos de una emoción increíble, ese momento fue de pura paz y de reflexión, pues que empieza el maratón y sí, mi sonrisa estaba pintada ¡nadie me la podía quitar! El clima es igual para todos, no te mortifiques, no le tomes importancia, estás ahí, aprovecha cada momento ¡ERES AFORTUNADO! Sin importar el clima, la gente te apoyaba, gritaba tu nombre, el nombre de tu camiseta, había bateristas, bandas musicales afuera de sus casas tocando para nosotros, niños gritándote y animándote con porras, ¡que emoción tan grande!.
En eso veo una corredora con la bandera de México en su camiseta, me emocioné al verla, me encontraba gente de México y solo gritaba: ¡Vamos México! Era una emoción enorme, había partes en las que la lluvia era más intensa y solo nos volteábamos a ver los corredores y nos reíamos de lo que estaba pasando, Km 26-33 ¿HEARTBREAK HILL? Ni me di cuenta, estaba tan feliz y concentrada y relajada que seguía corriendo no importando si fuera subida o bajada, y en eso veo el letrero más hermoso que he visto en mi vida la señal gigante CITGO, el indicador que falta una milla para terminar, ya ahí dije esto está increíble, no me importaba nada más que dar vuelta a la derecha en la calle Hereford St e izquierda en Boylston St, al contar esto, mis sentimientos están a flor de piel, es una felicidad enorme, yo hacía con mis brazos a la gente: ¡VAMOS, VAMOS! y la gente contestaba con gritos y aplausos. Esa calle de Boylston St es la recta más hermosa que he corrido en mi vida, con toda esa gente, banderas de todo el mundo y escuchar que pronunciaran tu nombre, ¡lo máximo! Hice un excelente trabajo, fui enormemente feliz.
Solo les recuerdo algo, siempre sonrían eso hará que se sientan mejor, que no sientan tanto dolor, que sigan adelante, “chóquenla” a toda la gente que puedan, toquen la pancarta que dice: “PRESIONA AQUÍ PARA TURBO”, lleven a su mente a otro mundo, nunca se quejen del clima véanlo como una oportunidad para ser mejor, son afortunados por estar corriendo ese maratón, y créanme, les cambiará la vida como ya lo hizo conmigo. Corran, disfruten, sonrían que lo demás ya está escrito.
Saludos y muchas gracias por leerme, millones de agradecimiento primeramente a Dios por darme la calma y la paciencia, a mi familia por apoyarme tanto, a mi esposo por estar conmigo y a mis amigos corredores que siempre me motivaban y me echaban porras en mis entrenamientos, espero les sea de motivación.
¿Y qué? ¡Estás en Boston!
Jazmín Carvajal, 7ma mexicana más rápida del Maratón Boston 2018