Las corredoras necesitamos de los abrazos que relajan en una carrera
Los abrazos forman parte de la forma de relacionarnos como corredoras y son esenciales para una mejor recuperación.
- Nos relajan. Después de la tensión de una carrera o entrenamiento físico, buscamos el contacto físico, ya sea con una palmada, un “chócalas” o un abrazo de parte de nuestro coach, amigos o familia. Los estudios demuestran que al tocar a una persona nuestro ritmo cardiaco y presión sanguínea disminuyen dando paso a la relajación. ¿Recuerdas cuando llegaste a una meta y había alguien esperando por ti? ¿O cuando fuiste a casa y enseñaste tu medalla y te felicitaron? ¿O cuando tu equipo y coach reconoció tu esfuerzo o te apoyó cuando las cosas no salieron bien? Esa sensación es indescriptible porque no podemos hacerlo ya con todos.
- Son felicidad. “Los seres humanos necesitamos ese contacto porque estamos programados para recibirlo”, señala la psicóloga Alicia Martínez. Nadie puede ser feliz sin él, además, el contacto físico ayuda a soportar mejor el dolor.
- Cambios en los estados de ánimo. Sin los abrazos los trastornos psicológicos pueden aparecer más rápido porque son una forma de comunicación de los seres humanos, de aquello que no se puede decir con palabras. La ira, el enojo, el miedo, la tristeza, la angustia, la impotencia y la ansiedad son reacciones normales en esta pandemia y en caso de no poder controlarlos, se necesitará atención psicológica.
- Dan confianza. Los científicos afirman que para tener un cerebro sano es básico promover el contacto físico. Cada vez que das un apretón de manos o un abrazo, se disminuyen los conflictos interpersonales.
Comentarios de Facebook