¿Es seguro correr durante el embarazo? Esto dice la ciencia

Correr durante el embarazo es un tema rodeado de mitos y dudas. Muchas mujeres se preguntan si es seguro seguir entrenando o si deberían dejar de correr por completo. La realidad es que, en la mayoría de los casos, el running puede ser seguro y beneficioso, siempre que se realice con ciertas precauciones y adaptaciones según cada trimestre.
Correr en el embarazo: Lo que dice la ciencia
Estudios recientes han demostrado que el ejercicio durante el embarazo no solo es seguro, sino que tiene beneficios tanto para la madre como para el bebé.
Un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine encontró que las mujeres que continúan haciendo ejercicio durante el embarazo tienen un menor riesgo de desarrollar diabetes gestacional, hipertensión y preeclampsia. Además, sus partos suelen ser más cortos y con menos complicaciones.
Otro estudio en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise concluyó que las mujeres que corren durante el embarazo tienen un mejor estado cardiovascular y menor ganancia de peso excesiva, sin afectar negativamente el crecimiento del bebé.
Beneficios de correr en el embarazo
✔ Mejora la circulación y reduce la hinchazón. ✔ Disminuye el riesgo de diabetes gestacional. ✔ Reduce el estrés y mejora el estado de ánimo. ✔ Fortalece el corazón y los pulmones, tanto de la madre como del bebé. ✔ Facilita la recuperación postparto.
Correr en cada trimestre: Adaptaciones y recomendaciones
Primer trimestre (0-12 semanas): Ajustes iniciales
Durante los primeros meses, muchas mujeres experimentan fatiga y náuseas, por lo que es clave escuchar al cuerpo.
✅ Si ya corrías antes del embarazo, puedes continuar sin problema, pero evita exigirte demasiado.
✅ Mantén una hidratación adecuada y evita el sobrecalentamiento.
✅ Modera la intensidad: los niveles hormonales pueden afectar la estabilidad de las articulaciones.
✅ Prioriza la comodidad con ropa térmica y ajustada que brinde soporte.
Segundo trimestre (13-27 semanas): Adaptaciones clave
En esta etapa, la barriga empieza a crecer, lo que afecta el centro de gravedad y puede provocar desequilibrios.
✅ Reduce la velocidad y la distancia si es necesario.
✅ Evita terrenos irregulares para prevenir caídas.
✅ Usa un buen sujetador deportivo y, si es necesario, una faja de soporte abdominal.
✅ Incorpora ejercicios de fortalecimiento del core y el suelo pélvico para prevenir molestias en la zona lumbar.
Tercer trimestre (28-40 semanas): Movimiento con precaución
En la recta final del embarazo, el volumen de la barriga y el peso extra pueden hacer que correr sea más desafiante.
✅ Escucha a tu cuerpo: si te sientes demasiado pesada o con molestias, opta por caminatas rápidas.
✅ Evita entrenamientos de alta intensidad o cambios bruscos de ritmo.
✅ Prioriza la movilidad y el fortalecimiento del suelo pélvico.
✅ Si hay signos de fatiga extrema, mareos o contracciones, detente inmediatamente.
¿Cuándo NO es recomendable correr en el embarazo?
Aunque correr es seguro en la mayoría de los casos, hay situaciones donde se recomienda suspenderlo y consultar con el médico:
❌ Embarazo de alto riesgo o antecedentes de parto prematuro.
❌ Sangrado o contracciones tempranas.
❌ Presión arterial alta o preeclampsia.
❌ Dolor en la zona púbica o ciática intensa.
Correr con inteligencia y seguridad
El embarazo no significa que debas dejar de correr, pero sí requiere adaptar tu entrenamiento según los cambios de tu cuerpo. Si te sientes bien y no hay contraindicaciones médicas, puedes seguir corriendo y disfrutando de los beneficios del running para ti y tu bebé.
Como siempre, lo más importante es escuchar a tu cuerpo y priorizar tu bienestar. Corre con conciencia, con seguridad y con amor por este proceso único.