Mi heroína soy yo

Si a mí me hubieran dicho que este año lo terminaría como lo estoy haciendo, les hubiera contestado que era una gran broma. ¿Saben lo que es trabajar todos los días por un sueño que quieres hacer realidad lo antes posible? ¿Saben lo que significa ocultar algo que reconoces que es producto de tu trabajo, inteligencia y creatividad pero que tienes que esconderlo porque aún tiene que madurar? ¿Saben lo que es aceptar que hay una pared con la que te vas a estrellar (un poco más dura que la de un maratón) porque se van a oponer pero que no te importa porque estás convencida de que eso te dará la vida que deseas? ¿Saben lo que es aplicar la paciencia que aprendes al correr pero en tu vida diaria? Así viví dos años desde que decidí trabajar para lanzar mi sitio www.syc.gmkweb.com

Nací y crecí en el norte del país, en una ciudad donde uno se tiene que inventar sus circunstancias y donde aprendí que las decisiones que tomes son cruciales para la vida que deseas llevar. Ahí no hay cabida para frases como: “es que la vida es muy dura conmigo y por eso no hago lo que me gusta”, ahí se trabaja por lo que parece imposible y se demuestra que los desiertos también florecen. Quizá por eso nunca me he dejado intimidar por los retos que la vida me pone, al contrario, soy fiel creyente de que esos nos sirven para crecer y descubrir de qué estamos hechas. Simplemente este año me he sentado a ver correr la película de la cual escribí el guión a finales de 2012, que produje en 2013 y que por lo tanto, pude disfrutar del final que siempre deseé convencida de que hay una energía divina que me ayudó a sobrevivir frente a la tempestad.

¿Y a qué voy con esto? Este año pude decirles a todos que yo era la creadora del primer website para mujeres en español. Todas saben por qué lo hice, quiero que cada vez más mujeres en México y habla hispana corran y se den cuenta que todos los prejuicios que hay con respecto a no poder hacerlo por diferentes razones, puedan ser derribados y se enamoren de correr como yo lo hice desde hace 22 años. Este ha sido mi mejor maratón.

La ventaja fue que correr siempre ha sido el bastón en que me apoyo, ese que me enseñó a despegar despacio, sin prisa pero sin pausa, a dar pasos inteligentes y a cerrar con todo. Y no solo en una carrera sino en la vida misma.

Y sin querer hice lo que nunca imaginé, terminar dos maratones internacionales, antes solo había corrido uno por año.

Pero no sé si sepan, a mi los maratones me cuestan mucho trabajo, sobre todo, mentalmente. Y es por ello  que me gusta correrlos porque, según yo, eso me prepara para enfrentar hasta con una sonrisa las cosas que no me gustan.

Y como si la vida se empeñara en demostrarme que iba por el buen camino, me fui al primer maratón de mujeres en Europa, el 261 Women’s Marathon, el cual se llevó a cabo nada más y nada menos que en Palma de Mallorca en marzo de este año. Hacerme amiga de Kathrine Switzer, la primera mujer en correr un maratón con número y que gracias a ella, hoy todas podemos inscribirnos a un maratón, es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida y compartir esos 42k con aquellas chicas, me hizo comprender más de qué estamos hechas las mujeres corredoras del mundo. Después, la vida me sorprendió con dos embarazos fallidos. Me ilusioné y me desilusioné, hechos que le pueden pasar a cualquier mujer, pero mi intuición me dijo que había algo que se tenía que cocinar antes de ello.

En medio de esa marea, abandoné de forma abrupta mi trabajo en la revista, algo que sabía que pasaría tarde o temprano y que estaba consciente que si sucedía en este 2014 me traería más beneficios que problemas. ¡Trabajé 14 años ahí! Al final, ya deseaba volar, había aprendido muchas cosas y también había dado mucho, así que el ciclo se había terminado. En medio de esa sacudida, de las llamadas y mensajes de apoyo y de las felicitaciones, me fui al Maratón de Berlín, el cual me ayudó a entender que la vida me estaba regalando la posibilidad de enfrentarme a mi misma con una buena actitud. ¡No se puede correr y estar triste!

Es que yo no soy así, es que yo aprendí desde niña que nada es para siempre y que las cosas van y vienen, que no debes apegarte, que no dejes que el ego te domine porque te metes unos golpazos, pero más que nada, que escoger a las personas que están a tu alrededor es una decisión nuestra y que a veces, es mejor limpiar el círculo. Y así pasó, se quedaron los verdaderos amigos y entonces, la vida me premió con un sin fin de cosas. Empezó a florecer como nunca me imaginé www.syc.gmkweb.com

Pero llegó otro reto a mi vida ¡aprendí a nadar! Vencí un miedo programado desde la infancia. Ha sido una de las experiencias más liberadoras que hay, enfrentar las fobias y vencerlas. Con decirles que dejé de enfermarme, de tener sueño constante, de estar nerviosita. Y es que ahora que soy mi propia jefa, amo mi trabajo, planeo mi agenda y me encanta tomar mis propias decisiones. Pero lo que más le agradezco a la vida es que por primera vez, tengo más tiempo para compartir con mi hija y ser una mamá presente en su día a día. ¿Les pasa eso como a mí?

Volví a enamorarme de correr, dejé de presionarme por los tiempos y las cosas imaginarias, ahora se trataba de disfrutar y encontré el espacio para entrenar a la hora que fuera. Mi máximo regalo es una carrera al aire libre, usar mi cronómetro sin presiones o hacer una clase de spinning o yoga por el simple gusto.

Correr me ha dado la posibilidad de entender mejor la vida, de afrontarla de forma inteligente y de saber que en el camino como en el maratón, habrá paredes para derribar sin agobios ni azotes, la vida es así, siempre depende de uno como quiere cruzar la meta. ¡Después de tanto ensayo las cosas toman su justo valor!

Por ello me atrevo a decir que mi heroína soy yo, nadie más. Hoy me reconozco y me felicito, pero también agradezco a Dios, a la vida y a todos los que me enseñaron a ser más fuerte, a los que me tendieron la mano como DixoTv, VOLTAICA (por producir los compresores de #SoyCorredora) y muchos amigos que no alcanzaría a nombrar pero que saben quienes son; a los que me felicitaron, a los que siguieron siendo mis amigos (que fue la mayoría) y a los que regresaron por tanta buena vibra, pero en especial, a mis seguidores virtuales que siempre tienen palabras lindas para mi. Y a los que decidieron apartarse, les deseo que su camino esté lleno de luz.

Este año, todas las corredoras deberíamos estar orgullosas y tendríamos que felicitarnos por todo lo que hicimos este 2014. ¿Ustedes son sus propias heroínas? ¡Compartan su historia, todas queremos saber de ustedes. #YoSoyMiHeroína

Yo sí soy la mía.

Con cariño, Sonia