Mujeres que comemos sin culpa
No conozco una mujer que no esté preocupada por… o al tanto de… o interesada en… ¡su alimentación! El tema de la comida nos persigue desde niñas y, algunas más, otras menos, crecemos idealizando la figura de esa mujer exitosa que es perfecta. Perfecta y flaca, obvio. Exitosa en su trabajo y flaca. Bonita o no tanto, pero flaca. Simpática y flaca. Siempre flaca.
Hemos estado obsesionadas desde siempre con ser flacas. Si tu ex tiene una nueva novia te vale si está bonita, lo importante es el tema de que ¡no esté flaca! ¿O no? Y una obsesión acompaña a la otra y el tema de la comida es otro que nos trae clavadas en lo que engorda y lo que no.
Hoy en día hay tantas corrientes, teorías, marcas y lo que sea realcionado con eso, que es difícil encontrar el balance y saber qué es lo que funciona para ti.
Yo tengo años dando consultas de nutrición y la realidad es que no existe el hilo negro, no hay un té ni una pastilla ni un polvo ni una dieta especial que sirva para que pierdas peso para siempre sin esfuerzo y con garantía de no rebotar.
Lo siento chicas pero estar en un peso saludable es un tema de ponerte las pilas, de llevar un estilo de vida (en vez de engancharte sólo con una moda), de comprometerte, hacer ejercicio y esforzarte siempre. Todos los días.
A mí me encanta decir que no hay alimentos buenos o malos, sino hábitos saludables o malos hábitos.
Me pasa todo el tiempo que la gente se sorprende cuando menciono que mi desayuno favorito es un bagel con crema de cacahuate.
“¡Pero si la crema de cacahuate engorda cañón!” ¿Y bagel? ”Ufff!! Es como comerte una dona en el desayuno!” Me decía una amiga. “Si yo me como un bagel se me nota en las caderas al día siguiente.”
¿Por qué sera que nos hemos creído la historia de que el pan engorda, de que todo lo rico está prohibido y que comer sano es aburrido?
Sin duda, a cada mujer le funcionan cosas diferentes y ningún menú es universal pero si eres corredora debes saber que tu cuerpo requiere de energía para rendir mejor y aunque las necesidades energéticas no son las mismas si estás entrenando para un 5K que para un maratón, tu cuerpo necesita de la gasolina necesaria para correr.
He aprendido con los años que obsesionarme con el peso y la comida sólo me pone de mal humor y en un lugar vulnerable donde no me gusta estar.
Dicen que ser fuerte es la nueva forma de ser sexy y yo estoy 100% de acuerdo. Ser fuerte no tiene que ver solamente con tener un cuerpo tonificado, en mi cabeza ser fuerte habla también de sentirte cómoda en tu propia piel, de estar sana, de tener energía y contagiarlo.
Dejemos de una vez la vieja teoría de que estar flaca es sinónimo de éxito y demos el paso adelante hacia ser mujeres con un alta autoestima, mujeres con decision e iniciativa, mujeres sanas y fuertes. Mujeres que comemos bagels.
Nosotras somos corredoras y correr es parte de nuestro estilo de vida; correr es simplemente lo que hacemos, por mil razones distintas pero ponte a pensar cómo ese par de piernas te conducen hacia donde quieras, cómo tu corazón es capaz de bombear oxigeno y sangre a tus músculos con eficiencia, agradece ese cuerpo que tienes y cuídalo, nútrelo, apapáchalo y valóralo pues al final, ese cuerpo es tu santuario, el lugar en el que vives y el que te acompaña a correr.
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