¿Para qué sirven las largas distancias?
Un buen plan de entrenamiento para maratón incluye una sesión de larga distancia a la semana, la cual corresponde a una tercera parte del kilometraje semanal.
Hacer una larga distancia sirve para mejorar la resistencia en carreras de mayor distancia a la que has hecho antes, como lo es un maratón, es decir, estimulan la síntesis y el almacenamiento de glucógeno en tus músculos para mejorar dicha resistencia.
Por otro lado, preparan a tus músculos y tejidos para el estrés al que se enfrentarán durante el impacto que tus piernas tendrán con el pavimento en esos 42K, y psicológicamente te darán una gran fortaleza mental.
Además, correr más de 15km en una sola sesión, hará que también se entrenen las fibras musculares rápidas, la cuales no sólo sirven para cuando hacemos entrenamiento de velocidad, sino que en carreras de 21 o 42K, son las que aparecen cuando las fibras musculares lentas se fatigan y permiten que mantengas el paso.
¿A qué ritmo se corren? Deben ser a un paso confortable en donde puedas mantener una conversación, es decir, al 70-75% de tu Frecuencia Cardiaca Máxima FCM (entre 1 ó 2 minutos más lento que tu ritmo de 5K).
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