Mujeres y running, un tándem más que factible
Correr es tan sano como adictivo, pero satisfacer esta necesidad no siempre es fácil. Los horarios de trabajo o las obligaciones personales invitan en muchas ocasiones a desistir del intento, una situación especialmente frecuente para las mujeres, quienes lidian con la todavía escasa cultura de conciliación en España y la mayor carga doméstica que aún asumen frente a los hombres. La fuerza de voluntad y la motivación se plantean, por tanto, especialmente importantes en el caso de las corredoras. Así, marcarse un propósito concreto no se trata de algo accesorio, sino de una obligación.
Tantas finalidades como personas
Desconectar de la rutina, perder peso o socializar en los grupos de carrera que existen suelen ser los alicientes más comunes. Sin embargo, hay para todos los gustos, incluso en términos materiales. Por ejemplo, en España Movistar ha puesto en marcha una promoción para que quienes contraten su Fibra Óptica 300 Mb reciban la inscripción gratuita para la maratón, la media maratón o la 10K de Valencia. Y no es un hecho aislado, porque cada vez más marcas de sectores dispares toman a la ‘comunidad runner’ como un target o público objetivo.
Hacer kilómetros por ayudar
Por otra parte, también es un fenómeno creciente recurrir a la solidaridad como razón por la que calzarse unas zapatillas. El altruismo, por supuesto, no es un bastión exclusivamente femenino. Sin embargo, las aficionadas destacan en este sentido por movilizarse con iniciativas como Mujeres que corren, la cual quiere animar a practicar “uno de los mejores ejercicios cardiovasculares que existen” a la par que recaudar fondos para la investigación de la leucemia infantil. El proyecto, que apenas cuenta con un año de vida, ya puede presumir de una media de 200 participantes en cada quedada mensual.
La empatía femenina como clave
La buena acogida de este tipo de propuestas centradas en las mujeres reside, en parte, en la comprensión que se encuentra en torno a cuestiones inherentes al género, como la menstruación, el pecho como condicionante en el ejercicio físico o el embarazo. No obstante, nunca hay que confundir estos factores con hándicaps insalvables. Claro ejemplo de ello podría ser el testimonio de Elena Sanz, quien ha demostrado con su blog – y ahora también con un libro – que la pereza, la maternidad o las lesiones no son razones para abandonar un hábito tan aconsejable como correr.
Un texto de Javier Montes