5 tips para saber si estás lesionada o adolorida
Los dolores corporales antes o después de un entrenamiento o carrera son muy variados; sin embargo, confundir una lesión con un dolor normal de músculo es algo que sucede muy a menudo.
Saber distinguir una lesión con estar adolorida es algo que aprenderás con el paso de tus entrenamientos y carreras.
Así que si sientes una molestia, por más ligera que sea, ponle mucha atención, pues lo más grave que podría suceder es que confundas un dolor muscular con alguna lesión significativa que debiera ser tratada.
Checa cómo diferenciar estar adolorida con estar lesionada:
Tipo de dolor
Adolorida: Tus músculos se tensan y únicamente duele cuando haces presión en ellos. Hay sensación de cansancio.
Lesionada: El dolor aparece tanto cuando estás entrenando como cuando estás en reposo sin movimiento alguno. La sensación suele describirse como una punzada.
Área afectada
Adolorida: Se ubica en los músculos, especialmente en los que hubo más trabajo durante el entrenamiento.
Lesionada: Puede presentarse tanto en músculos como en articulaciones y el estiramiento es el momento más doloroso cuando una de ellas está dañada.
Tiempos
Adolorida: Aparece de 8 a 12 horas después de que entrenaste, y es más probable que aparezca si cambiaste de rutina por una que implique más fuerza, rapidez y esfuerzo.
Lesionada: Se enciende de la nada como si fuera una alarma indicando que detengas lo que estás haciendo, y de no ser tratado, el dolor NO desaparece.
Ubicación
Adolorida: Duele a la par, es decir, si trabajaste fortalecimiento de glúteos te dolerán ambos.
Lesionada: Es asimétrico, te duele únicamente un cuadricep, una pantorrilla o un tobillo.
Sientes mejora cuando…
Adolorida: Estiras o repites el mismo ejercicio del día anterior.
Lesionada: Cuando estás recostada y el área de dolor no está en movimiento.
Recuerda que cualquier dolor que te impida llevar tu entrenamiento como de costumbre, incluso, tu vida diaria con actos simples como caminar o ejecutar algún trabajo, es motivo de revisión.
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