Burnout en corredoras
Tener uno que otro día malo en el entrenamiento o que no nos vaya como quisiéramos en una carrera, podría ser hasta cierto punto normal. Pero ¿qué pasa cuando perdimos las ganas por correr? ¿cuando ya no nos emocionan las carreras? ¿cuándo a la mitad de un plan de entrenamiento decidimos abandonar?
Puedes estar padeciendo el síndrome “burnout”, es decir, un agotamiento físico y mental que llegan a presentar en algún momento de su carrera deportiva los corredores sobre todo si trabajan en un nivel competitivo y no saben manejar la intensidad de su entrenamiento. Un estudio publicado en la revista Iberoamericana de Psicología del Ejercicio y el Deporte, demostró que las mujeres padecen más de este síndrome que los hombres y que tiene lugar en una compleja interacción entre experiencias personales y situacionales. En los deportes de resistencia como puede ser correr, la principal causa tiene que ver con el volumen de entrenamiento que puede afectar a la corredora de forma física y también en otros aspectos de su vida. Pero ¿cuáles son los síntomas?
– Pérdida de sueño
– Aumento de peso o pérdida de peso
– Incremento del ritmo cardiaco tanto en reposo como al momento de hacer ejercicio
– Alta incidencia de enfermedades respiratorias
– Incremento de la presión arterial
– Aumento de dolor muscular y presencia de fatiga crónica
– Disminución del glucógeno muscular
– Fracturas por estrés
– Pérdida de apetito
– Depresión
– Falta de deseo de salir a correr
– Disminución de la motivación
– Ansiedad por entrenar
Tips para evitarlo
Como tú no eres una atleta elite, lo ideal es que siempre estuvieras disfrutando del deporte. Sabemos que correr puede llegar a ser tan competitivo como quieras, pero antes de “quemarte”, te invitamos a que sigas estos consejos para que nunca padezcas este problema.
Varía tus entrenamientos. Busca un entrenador, un nuevo equipo, una nueva amiga o amigo que te acompañe, descarga un plan de alguna aplicación pero nunca corras la misma distancia todos los días, tu mente y tu cuerpo se aburre.
Corre en lugares nuevos. Eso te ayudará a distraer tu mente y evitar la monotonía. Además, llevar un registro de los lugares donde corres generará más confianza en tu trabajo.
Elige de forma inteligente tus carreras. No puedes participar en todas las batallas y tener buenos tiempos. Si dejas de contagiarte por la fiebre de las carreras dominicales y te tomas más en serio participar en ellas, ganarás confianza en ti misma al ver la mejoría de tus resultados. Si haces lo contrario, quizá hasta tus marcas personales empiecen a subir porque tu cuerpo no se ha recuperado de forma correcta. Hay estudios que demuestran que competir de forma frecuente genera ansiedad en los deportistas.
Recupérate bien después de una carrera. Si corriste un maratón, espera por lo menos 45 días para volver a correr rápido. Si corriste un medio maratón, al menos 15 días para volver a entrenar fuerte. Una carrera de 10K, espera una semana para darle duro al entrenamiento. Aunque para muchas podría parecer hasta retador y demostrarse como un simbolismo de fuerza y poder, la realidad es que hacer entrenamientos inteligentes donde el descanso sea parte de ellos, será tu mejor arma para seguir corriendo por muchos años. Si tienes urgencia por correr mucho y en poco tiempo, lo puedes hacer pero tu cuerpo no aguantará más de 7 años sin presentar síntomas de “Burnout”. Los atletas elite llevan programas donde el descanso es parte fundamental de sus carreras.
Come y bebe lo que necesitas. Si el consumo de calorías diarias es menor al requerido o la cantidad de líquido no es suficiente, los órganos de tu cuerpo dejarán de trabajar correctamente, tu rendimiento se verá afectado y la poca recuperación mermará el entrenamiento del siguiente día. Evita eliminar grupos de alimentos por completo, como corredora, las dietas de ese tipo y los programas detox no funcionan.
Duerme al menos 7 horas y si puedes, toma una siesta. Sería lo ideal, pero si no te alcanza para la siesta, por lo menos cumple las 7 horas de sueño. Cuando estés en etapa de entrenamiento para medio maratón o maratón, trata de dormir incluso hasta 8-9 horas, estudios han demostrado que esto ayuda a mejorar el rendimiento de forma significativa.
Separa los problemas laborales y personales del entrenamiento. Si los mezclas, no habrá buenos resultados. Para muchas correr es un escape y al principio podría parecer una buena alternativa, pero si quieres mejorar más rápido, lo ideal es que le des el valor real a cada situación. Solo así sabrás si de verdad vale la pena que esos problemas interfieran en tus entrenamientos.
Responsabilízate de las lesiones. Cuando la padezcas no esperes a que se quiten por arte de magia, toda lesión necesita atención y es tu responsabilidad atenderla como se debe para no perder la motivación por no poder correr como se debe. Acude con el especialista, no te automediques.
Haz cross-training. No tienes por qué correr todos los días. Prueba una clase de natación, haz bici, incorpora caminatas, acude a esa clase en grupo que siempre ha llamado tu atención. Hacerlo de vez en cuando distraerá tu mente y te hará trabajar otros músculos que no usas al correr.
Sé honesta contigo y tu entrenador. Si sientes que no estás dando tu 100% en los entrenamientos, avísale a tu coach para que adapten el plan a lo que en ese momento puedes dar. Ser realista te ayudará a enfrentar el problema y solucionarlo más rápido.
Busca terapia psicológica. Muchas veces, correr no soluciona los problemas emocionales que puedas tener y que incluso te puedan llegar a rebasar, buscar terapia psicológica no solo te ayudará a entender tu situación deportiva sino también la personal. La mejoría en los resultados será inmediata.