10 errores por los que no bajas de peso
Está comprobado que los planes de alimentación deben ser personalizados para que sean exitosos. Copiar la dieta de tu amiga no es bueno, podrías no consumir los nutrientes requeridos para el deporte que estás haciendo y afectar tu salud y de paso, tu autoestima. Hay varios errores que debes evitar al momento de decidirte por un plan de nutrición.
- Tomar suplementos sin autorización médica. Las típicas pastillas para acelerar el metabolismo, adelgazar o quemar grasa más rápido, no son confiables. Los efectos secundarios son diversos: ansiedad, calambres, dolor de cabeza, náuseas, insomnio, problemas cardiacos o accidentes cerebrovasculares que pueden causar la muerte. Lo que necesitas es una dieta balanceada, no pastillas.
- Correr siempre en la zona “quemagrasa”. Seguro has escuchado hablar de esa zona del 60% de tu Frecuencia Cardiaca Máxima, pues bien, es cierto que al correr más de media hora a ese ritmo, el cuerpo utiliza la grasa como energía pero no es tan efectivo como hacer entrenamientos de alta intensidad (intervalos), ya que éstos aceleran el metabolismo y permiten quemar calorías una vez que ya terminaste el ejercicio.
- No comer antes y después de correr. ¡Lo peor que puedes hacer! Tu cuerpo entra en un estado de alerta y acumula más grasa. Una buena combinación de carbohidratos y proteína antes y después de correr, permite que tu organismo asimile mejor el entrenamiento y se recupere más rápido. Un pan con crema de cacahuate , un sándwich o un plátano antes de entrenar es ideal, para después te puede funcionar un licuado de proteína y carbohidratos.
- Consumir alimentos altos en grasa y azúcares después de correr. Si eres de las que cree que por entrenar puede consumir comida chatarra, vas por mal camino. No verás cambios en tu cuerpo si no le permites recuperar la energía de forma saludable. Un capricho de vez en cuando no está mal, pero no siempre.
- Pesarte todos los días y no hacer fuerza muscular. El peso no es sinónimo de estar en forma, las corredoras como tú es común que incluso ganen peso cuando entrenen fuerza, ya que desarrollan músculo y éste, al requerir más agua, pesa más que la grasa. Lo que debe importante son las medidas de grasa corporal. Una corredora saludable tiene en promedio un Índice de Masa Corporal de 20 a 25 %.
- Reducir el consumo de grasa y carbohidratos. Error terrible para una corredora. Los carbohidratos son tu fuente de energía, de hecho, tendrías que consumir entre 6 y 11 porciones diarias entre cereales, frutas y verduras dependiendo de la prueba para la que entrenes. La grasa, sobre todo, la monoinsaturada es necesaria para la recuperación de tus músculos y la encuentras en pescados, aceite de oliva y frutos secos.
- Consumir demasiadas bebidas deportivas. Solo las necesitas si te ejercitas más de una hora. Todos los productos energéticos como geles, Jelly beans y bebidas deportivas están diseñados para carreras de larga distancia por encima de los 15K. Si corres 5K solo requieres de agua. El exceso de sodio y azúcares en tu cuerpo, evitarán que bajes de peso o incluso subas.
- Demasiados diuréticos y laxantes. Solo son necesarios en casos especiales, pero usarlos a diario podría ser peligroso para tu organismo. No debes tomarlos para bajar de peso ya que podrías provocarte desnutrición, presión arteria baja, insuficiencia renal, riesgo de diabetes y aumento de ácido úrico. Como resultado, tu cuerpo estará débil, manejarás niveles altos de ansiedad y las posibilidades de comer de más se incrementarán.
- Sobreentrenarte. Si no le das a tu cuerpo el descanso necesario, es probable que presentes desequilibrios hormonales y problemas de la tiroides. Esto podría provocar que no pierdas grasa en la parte de la cintura, sino solo en otras zonas de tu cuerpo. Una corredora descansa al menos un día o dos a la semana de forma total.
- Obsesionarte y estresarte por el tema. ¡No lo hagas porque aumentarás tus niveles de la hormona cortisol en la sangre!, la cual ayuda a regular la presión sanguínea, el buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de los niveles de insulina en la sangre. El estrés solo provocará que tu apetito aumente y las reservas de grasa se mantengan estables.
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