Cómo tratar el síndrome de la banda iliotibial
El síndrome de la banda iliotibial es una de las lesiones más comunes en los corredoras. Es una lesión que se ubica en la parte inferior de la pierna, que nace en la parte lateral del músculo hasta la tibia y duele cuando se inflama. Según un estudio reciente, se estima que el 37% de los corredores va a padecer alguna lesión en la parte inferior de sus piernas en algún momento de su vida y este tipo de lesiones están asociadas a desequilibrios musculares, estrés, sobreentrenamiento, falta de fuerza muscular, tipo de pisada, entre otros.
Sin embargo, en el caso del síndrome de la banda iliotibial intervienen factores como diferencia de longitud entre una pierna y otra, pronación y supinación, aumentar más del 10% la distancia de entrenamiento entre una semana y otra, entrenar en superficies muy duras o irregulares de forma frecuente, no llevar una buena postura a la hora de hacer bajadas, falta de fuerza muscular, desequilibros musculares en todo el cuerpo, falta de fuerza en piernas y abdomen
Y aunque no se trata de un problema muy serio, sí puede dejarte sin entrenar durante algunas semanas o se puede complicar si no lo atiendes de inmediato.
¿Qué hacer cuando aparece? Si lo ignoras, puede que al principio sea soportable o que incluso tomes desinflamatorios creyendo que con eso va a aliviarse, pero la verdad, es que el síndrome de la banda iliotibial no desaparece con eso, hay todo un protocolo para aliviarlo.
- No ignores el dolor ni aumentes la intensidad o kilometraje. Con esto, vas a conseguir que la rodilla se inflame y sea más difícil doblar la articulación.
- Aplica hielo. De inmediato, coloca hielo en la zona durante 20 minutos por lo menos dos veces al día.
- Deja de correr de inmediato. Con esto vas a disminuir el estrés y la inflamación en la zona y por lo tanto, acelerarás el proceso de curación.
- Haz ejercicios de estiramientos. Practica yoga, Pilates o realiza una sesión de estiramientos que liberen la tensión de la zona.
- Practica el cross-training. Si no puedes hacer ningún ejercicio que implique desplazamiento o impacto en tus piernas, opta por elíptica, bici o natación para seguir manteniendo la condición física.
- Haz ejercicios de fuerza. Fortalecer tus músculos es indispensable para tu rehabilitación. Ve al gimnasio y usa aparatos para equilibrar la parte inferior de las pierna: abductor y aductor, flexor y extensor de dos a tres veces por semana.
- Mejora tu postura al correr. Pide a un entrenador que te ayude a eliminar vicios como impactar con el talón, arrastrar los pies, correr en posición de “sentada”, tensar hombros y correr de puntas.
Esta situación mal cuidada puede sacarte de circulación hasta por 6 meses, pero si pones atención al primer síntoma y te atiendes, en dos semanas estarás de regreso corriendo.
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