“No tengo tiempo.” No es flojera, no es falta de voluntad. Es la vida. Y también puede ser el inicio de una nueva forma de correr.Correr aunque no tengas tiempo: la guía realista para mujeres reales.
El mito del tiempo perfecto para entrenar
Las redes están llenas de agendas perfectamente organizadas, desayunos con avena en frascos de vidrio y entrenamientos de 90 minutos. Pero para muchas mujeres, la realidad es otra: jornadas interminables, tareas domésticas, cuidado de hijas e hijos, ansiedad, tráfico, cansancio físico y mental.
Y en medio de eso… el deseo de correr. Porque sí: aunque no parezca prioritario, correr es una necesidad emocional, física y mental para muchas.
Lo difícil no es querer entrenar, lo difícil es encontrar cómo hacerlo sin que te genere culpa, frustración o agotamiento adicional.
¿Qué dice la ciencia sobre los entrenamientos cortos?
La buena noticia: no necesitas sesiones largas para obtener beneficios.
Varios estudios han demostrado que los entrenamientos breves pero consistentes pueden ser igual de efectivos que los más largos, especialmente cuando se trata de salud cardiovascular, control del estrés y bienestar emocional.
Un estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology (2014) encontró que correr tan solo 5 a 10 minutos al día a baja velocidad puede reducir significativamente el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares.
Además, investigaciones del British Journal of Sports Medicine (2020) indican que incluso una sola sesión de ejercicio moderado puede mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y aumentar la motivación para moverse nuevamente.
¿Qué se considera un entrenamiento útil?
No todo tiene que ser un “tempo run” o una tirada larga para contar como entrenamiento.
En contextos de alta demanda emocional y poco tiempo, moverte es suficiente.
Aquí algunos ejemplos de entrenamientos útiles (validados y aplicables):
Entrenamientos cortos con impacto:
- 10 minutos de trote constante: mejora el sistema cardiovascular y estimula endorfinas.
- Intervalos express (total 12-15 minutos):
- 1 min caminata rápida
- 2 min trote
- 1 min a ritmo fuerte
Repite 3-4 veces.
- Stair workout: 5 minutos subiendo y bajando escaleras con buena postura.
- Entrenamiento de cuerpo completo con impacto cardiovascular:
Sentadillas, saltos, lunges y trotes estacionarios por bloques de 30 segundos.
Según el American College of Sports Medicine, el entrenamiento en bloques de 10 minutos acumulativos puede tener el mismo efecto que uno continuo de 30 minutos.
Pero… ¿cómo sostengo eso si tengo la mente saturada?
Aquí es donde el entrenamiento físico se cruza con el mental.
La mayoría de nosotras no solo necesita un espacio para correr: necesitamos un espacio para procesar, descargar, volver a nosotras. Y eso no se logra solamente con un plan de kilómetros. Se logra con un cambio de perspectiva:
Hack #1: Corre sin meta, solo por ti
No todos los entrenamientos tienen que ser “productivos”. A veces correr sin reloj, sin app, sin ruta definida, es el acto más valiente del día.
Corre aunque no sepas cuánto vas a durar. Corre aunque sea con jeans. Corre para sacar, no solo sumar.
Hack #2: Usa el audio como ancla
Tener audios que te acompañen y te digan “solo sal” es más poderoso que cualquier notificación de tu reloj.
El sonido puede regular tus emociones, ayudarte a respirar mejor, y conectar cuerpo y mente.
Recomendaciones:
- Audios de entrenamiento guiado (como los de Soy Corredora).
- Meditaciones activas de 5-10 minutos.
- Podcast con historias inspiradoras de otras mujeres que también corren con la vida encima.
Hack #3: Vístete como si fueras a correr… aunque no sepas si podrás
Muchos estudios sobre cambio de hábitos confirman que el simple acto de ponerte la ropa deportiva activa la intención de moverte【4】.
Es lo que en psicología se llama “acción mínima viable”: una microdecisión que desencadena otras.
El obstáculo real no es el tiempo: es la culpa
Una de las razones más frecuentes por las que las mujeres abandonan el entrenamiento no es por falta de ganas. Es por la culpa.
Culpa de dejar a alguien esperando, de no ser productivas, de poner sus necesidades primero.
Pero como dice la Dra. Pooja Lakshmin, experta en salud mental femenina:
“Cuidarte a ti misma no es egoísmo. Es un acto de resistencia en un sistema que te enseña a priorizar todo menos a ti.”
Cuando corres aunque no tengas tiempo, no estás fallando. Estás reivindicando tu espacio, estás diciendo “yo también importo”.
¿Qué hacer si realmente hoy no pudiste?
También se vale. También es parte del entrenamiento emocional.
Pero en vez de sentirte mal, ten un plan B de conexión:
- Camina 10 minutos con música que te haga sentir fuerte.
- Haz 3 respiraciones profundas con los ojos cerrados y visualízate corriendo.
- Escribe una frase de poder en tu diario o espejo:“No siempre puedo, pero no me rindo.”
Ese también es un acto de resistencia. Ese también es correr contigo.
Correr aunque no tengas tiempo… sí se puede
No necesitas el día libre, el clima perfecto, el outfit ideal.
Necesitas una decisión al día. A veces dura 5 minutos. A veces solo 30 segundos para salir de casa.
Pero esa decisión tiene el poder de recordarte quién eres: una mujer que se mueve, que se cuida, que se acompaña.
Aunque no tenga tiempo.
¿Y tú?
¿Has encontrado formas creativas de entrenar en días imposibles?
Déjanos tu experiencia en los comentarios y compártelo con una amiga que cree que no puede.
Porque correr no es cuestión de tiempo… es cuestión de sostenerte, a tu manera.