Para correr rápido ¿importan los genes o entrenar duro?
Correr más rápido es el sueño de cualquier corredora y nadie va a negar que la genética ayuda mucho para romper una marca, pero en términos prácticos ambos son importantes.
Se sabe que entre el 40 y el 60% de la capacidad cardiovascular de una atleta depende de la genética, lo cual ayuda a tener un rendimiento más alto.
Los genes determinan la fuerza y la flexibilidad de una deportista, además de la estatura, el tamaño de los músculos, la frecuencia cardiaca y tu capacidad pulmonar, pero lo que tú puedes explotar para correr más rápido y en donde la genética tiene una influencia baja, son el equilibrio, el tiempo de reacción y el tipo y precisión de movimientos.
Sin embargo, lo que realmente determina los resultados, es la perfecta combinación de un programa de entrenamiento de calidad que te permita desarrollar tu potencial de velocidad y la respuesta de tu cuerpo a factores ambientales como la dieta y la recuperación, que en conjunto con la genética y un plan de nutrición adecuado, son determinantes para alcanzar un buen desempeño.
Pero si quieres correr más rápido y lograr marcas asombrosas, tienes que entrenar la mente. El tipo de pensamientos que mantengas durante los entrenamientos y las pruebas son los que te van a llevar a conquistar metas más altas. Acuérdate que debes entrenar como si fueras a competir y debes competir como si fuera un entrenamiento.
¿Qué esperas? Inténtalo ahora.
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