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El ejercicio aumenta la supervivencia y calidad de vida en mujeres con cáncer de mama

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El cáncer de mama es el cáncer más diagnosticado en las mujeres. Pero también el que tiene una tasa de supervivencia alta (85%) si se detecta a tiempo. El ejercicio ayuda.

Un nuevo estudio hecho por Rikki Cannioto, Ph.D., Ed.D., del Roswell Park Comprehensive Cancer Center en Buffalo, Nueva York, demuestra que la actividad física está relacionada con una supervivencia más prolongada en mujeres diagnosticadas con cáncer de mama de alto riesgo.

Las mujeres que realizaban actividad física regular antes del diagnóstico de cáncer y después del tratamiento, tenían menos probabilidades de que el cáncer regresara (recurriera) o de morir en comparación con las que no hacían actividad física. Los datos sugieren que entre más activas sean las pacientes, mejor les va en su recuperación.

Pero ¿cuánta actividad física deberíamos hacer para obtener estos beneficios? Basta con cumplir con los requerimientos mínimos de ejercicio. Es decir, de 2.5 a 5 horas de actividad física de intensidad moderada. O de 1.25 a 2.5 horas a intensidad vigorosa por semana.

Otro estudio titulado Dieta, ejercicio, estilo de vida y pronóstico del cáncer (DELCaP) financiado por el NCI y dirigido por Christine Ambrosone, Ph.D., también de Roswell Park y que incluyó un ensayo clínico, demostró que si se cumple con los requerimientos mínimos de actividad física se logra un 55 % menos de probabilidad de que el cáncer regrese, y un 68 % menos de probabilidad de muerte por cualquier causa (no solo cáncer de mama) en comparación con las que no hicieron ejercicio antes y durante el tratamiento.

Como se sabe, una vez diagnosticado el cáncer de mama, los efectos de la radioterapia y la quimioterapia podrían reducir significativamente la capacidad cardiorrespiratoria de la paciente. Por ello, el ejercicio físico es un aliado para mejorar esta capacidad.

Un estudio publicado en 2019 en la Revista BMC Cancer, explica cómo el ejercicio de intervalos hecho durante 8 semanas en mujeres con cáncer de mama, puede contrarrestar el declive del VO2max durante los tratamientos de quimioterapia.

El estudio analizó a 30 mujeres sedentarias con cáncer de mama (Estadíos I-III) en tratamiento y las dividió en dos grupos. El grupo control no hizo ejercicio y el grupo HIIT, que entrenó a alta intensidad 3 veces a la semana durante 8 semanas. El programa fue el siguiente:

  • Calentamiento de 5 minutos al 10% de la Potencia Máxima (PM).
  • 7 series de 1 minuto al 90% de la PM, con descanso de 2’ al 10% PM.
  • 5 minutos de vuelta a la calma al 10% PM.

El grupo HIIT no redujo su capacidad cardiorrespiratoria (de 19.7 al inicio a 19.4 ml/kg/min después de las 8 semanas), mientras que las pacientes que no hicieron ejercicio su VO2max disminuyó significativamente (de 18.7 a 16.1 ml/kg/min). Este dato es especialmente relevante, ya que el VO2max con este tipo de tratamiento suele disminuir alrededor de un 10%.

De esta manera se demuestra que el ejercicio durante el tratamiento del cáncer de mama, particularmente cuando se hace a alta intensidad, ayuda a contrarrestar el declive de la capacidad cardiorrespiratoria (VO2max) asociado a la quimioterapia.

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