Corres, te alimentas bien, no te saltas entrenamientos… y aun así, te sientes drenada. No es flojera. No es que no estés hecha para esto. Es tu sstema nervioso pidiendo ayuda. Y nadie te había hablado de él.
Si eres corredora y últimamente sientes cansancio extremo, piernas pesadas, falta de energía o una especie de “desconexión” durante tus entrenamientos, no estás sola. Una de las preguntas más frecuentes entre mujeres que corren es: “¿Por qué me siento tan cansada si estoy entrenando bien?”
La respuesta no siempre está en la comida, el sueño o la intensidad de los entrenamientos. Muchas veces, está en un sistema del que casi nadie habla: el sistema nervioso autónomo.
La mayoría de los planes de entrenamiento se enfocan en lo físico: volumen, intensidad, frecuencia. Pero ignoran el impacto del estrés, las hormonas, la vida cotidiana y la sobreestimulación del sistema nervioso simpático (el que te mantiene alerta).
Un estudio publicado en Frontiers in Physiology (2019) mostró que mujeres corredoras con estrés acumulado presentan mayor fatiga neuromuscular y menor capacidad de recuperación, incluso si duermen bien y comen de forma adecuada.
Además, una investigación de Journal of Applied Physiology (2017) reveló que la sobreactivación del sistema nervioso simpático, causada por falta de sueño, presión laboral o estrés emocional, reduce el rendimiento hasta en un 15%, aún cuando el cuerpo está metabólicamente preparado.
SEÑALES DE QUE TU CANSANCIO VIENE DEL SISTEMA NERVIOSO:
- Te despiertas más cansada de lo que te dormiste.
- Tus piernas se sienten pesadas, como si “no arrancaran”.
- Te cuesta conectarte mentalmente con el entrenamiento.
- Sientes irritabilidad o ansiedad leve sin causa aparente.
- Tienes bajones emocionales o te abruman cosas simples.
- Después de correr no te sientes “mejor”, sino más drenada.
SOLUCIONES REALES (MÁS ALLÁ DE ENTRENAR)
✅ 1. Entrena menos, no más
Incluir semanas de descarga, trotes sin ritmo, y ejercicios suaves como caminar, nadar o yoga reduce el tono simpático y activa la recuperación (sistema parasimpático).
✅ 2. Incluye entrenamiento nervioso (sí, eso existe)
Ejercicios como:
- Respiración nasal lenta (4 segundos inhala / 6 exhala).
- Estimulación vagal: gárgaras, zambullida facial con agua fría.
- Rutinas de grounding: caminar descalza o estar al sol 10 min.
✅ 3. Duerme para reparar, no solo para descansar
Apóyate con magnesio (glicinato), infusiones naturales o journaling antes de dormir. Lo necesitas más que el split de fuerza.
✅ 4. No hagas cardio cada vez que te sientas mal
Corre cuando tengas energía que soltar, no cuando estés vacía. El cardio en fatiga nerviosa puede empeorar la inflamación.
✅ 5. Apoya tu sistema nervioso con adaptógenos
Rhodiola, ashwagandha y cordyceps tienen evidencia para modular la fatiga relacionada con el estrés. Consulta a un profesional antes de tomarlos.
El cuerpo no es solo músculo. Es sistema nervioso, emociones, entorno y hormonas.
Si te sientes cansada, no estás fallando. Estás acumulando demasiado.
Escuchar tu cuerpo no es rendirse. Es entrenar desde la sabiduría.
Y eso, también es correr.