¿Qué tan grave es perder una sesión de entrenamiento?

¿Es perjudicial perder una sesión de entrenamiento? A veces la vida nos pone obstáculos en el camino y no siempre se puede cumplir al 100% con la rutina establecida con anterioridad.

El tráfico, el clima, una reunión imprevista, demorar más de la cuenta realizando un trámite, o simplemente no sentirse plenamente en condiciones para salir (por cuestiones internas o externas –), pueden ser causas razonables para saltearse un entrenamiento. Entonces, ¿qué hacer en esos casos?

La verdad es que no es la muerte de nadie perder un entrenamiento (salvo que las ausencias se hagan costumbre –y siempre exista una excusa para no ponerse los tenis y salir a mover el cuerpo-).

Perder una corrida, no afectará tu forma física en el corto, mediano ni largo plazo. Lo importante es aprender a lidiar con la neurosis del runner (y no exagerar en estos casos). Si la planificación semanal contempla una cantidad de estímulos no sucederá nada al saltear uno. No te desesperes.

Es cierto que los planes de entrenamiento están para seguirlos, pero ser flexible y permitir modificar la rutina es parte del objetivo. Entonces, si un día te sientes atareada, agotada o simplemente no puedes entrenar por el motivo que sea, aprovecha el descanso y prepárate para el próximo entrenamiento.

¡ATENTA A ESTO! La mayoría de las corredoras principiantes cometen el error de compensar el día perdido sumando volumen a la siguiente sesión. Si no puedes salir hoy, no agregues el tiempo o los kilómetros al día siguiente. Los planes de entrenamiento deberían aplicar los principios básicos del entrenamiento: carga, recuperación y progresión. Esto significa que exiges de más al organismo en los entrenamientos, lo dejas descansar y recuperarse para después exigirle nuevamente.  El periodo de recuperación es fundamental para volverte más fuerte, resistente y rápida (y si no le das el descanso en vez de adaptación surge cansancio/estrés).

¿QUÉ HACER ENTONCES?

Lo primero que tienes que hacer después de perderte un entrenamiento es tener en cuenta la causa. ¿No saliste por una obligación familiar o social? ¿Faltaste por sentirte mal (molestia, enfermedad o lesión)? Si la causa no tiene que ver con tu salud, es importante que tengas en cuenta que el tiempo extra de descanso  puede ser beneficioso.

Revisar el plan de entrenamiento para seguir conforme lo planificado es esencial, aunque puede surgir un problema. No es lo mismo saltear una corrida suave de 50 minutos que un entrenamiento de calidad. De haber perdido un fartlek, tempo o sesión de velocidad puedes hacerlo al día siguiente. Siempre y cuando no quede muy cerca de otro entrenamiento rápido o largo.

Si hay un fondo largo por delante o día de calidad es mejor dejar las cosas como están y sumar la jornada de trote para estar al 100% en la sesión importante siguiente.

Juan Pablo Calviño D’Ambra

@jpcalvi