La vida de Brigid Kosgei, la mujer que tiene el récord mundial de maratón
Madre de gemelos, esposa y atleta. Brigid Kosgei, no para de volar cada vez que se pone en una línea de salida, tiene una historia de esfuerzo y sacrificio digna de ser contada.
En el Maratón de Tokyo, Brigid Kosgei demostró una vez más por qué es una de las mejores maratonistas de la historia. Cronometró 2:16:02 (el tercer mejor tiempo alguna vez corrido por una mujer en 42,195 metros).
“Mi objetivo era correr rápido y lo logré”, comentó la keniata. “Estoy muy contenta por haber ganado la carrera con el nuevo récord de circuito y el mejor tiempo alguna vez hecho en tierras niponas”, agregó en su Instagram la fondista que logró el WR en Chicago 2019 cuando cruzó la meta en 2:14:04.
Brigid, a los 28 años, se sienta en la mesa de los grandes del deporte y con sus logros se puede dar el gusto de hablar de igual a igual con el mismísimo Eliud Kipchoge, con quien comparte la determinación para alcanzar el éxito.
Esta madre de mellizos, esposa y maratonista no la tuvo fácil en su infancia, y las experiencias vividas de pequeña le forjaron el carácter para ser la mujer que es hoy. “Cuando pienso en mis humildes comienzos y en los desafíos que pasamos junto a mi familia mientras crecía, me digo a mí misma que no puedo volver a esa vida y eso me empuja a hacerlo bien”, reconoció la medallista olímpica.
Kosgei fue una de siete hijos criados por una madre soltera en el condado de Elgeyo-Marakwet, una región en el Valle del Rift conocida por producir algunos de los mejores corredores del planeta. Al igual que otros atletas keniatas antes que ella, Kosgei descubrió que podía correr mientras estaba en la escuela primaria, cuando tenía que trotar a clase por la mañana. “Mi escuela estaba a 10 kilómetros de casa y, a veces, para evitar llegar tarde, corría. En el camino solía cruzarme con corredores que entrenaban en la misma ruta y me decía: ‘Puedo ser como ellos'”, señaló la maratonista conocida entre las mejores por su disciplina y dedicación.
De joven comenzó a competir en eventos de media distancia en la escuela y, aunque nunca fue seleccionada para representar a su país, su talento nunca estuvo en duda. En enero de 2012, durante su último año, pagar los estudios se volvió una gran complicación para su madre y tomó la difícil decisión de abandonar el colegio.
Después de que aumentar las cuotas escolares se convirtiera en un desafío para su madre, Brigid Kosgei decidió abandonar la escuela en enero de 2012 durante su último año. Ahora sus estudios estaban en segundo lugar después de su entrenamiento en pista.
“La deuda acumulada era casi impagable para nosotros -más de 1500 dólares-. Mi madre trató de convencerme de que me quedara diciendo que pediría prestado el dinero, pero le dije: ‘¿Por cuánto tiempo seguiremos pidiendo prestado?’”, explicó la fondista que a esa altura ya tenía el estudio en segundo lugar por detrás de su entrenamiento de pista. Hoy con tanto esfuerzo, puede pagar las cuotas escolares de sus hermanos menores.
Al poder dedicarse de llenó al running Brigid comenzó a entrenar con su novio Mathew Kosgei -quien ahora es su esposo-. Un año más tarde debió poner su carrera en modo pausa porque quedó embarazada y dio a luz a unos gemelos. Eso sí, la maternidad no hizo mella en su determinación. En 2015 retomó donde lo había dejado, esta vez se mudó para unirse a un campo de entrenamiento no muy lejos de su casa, dirigido por su entrenador.
Para las corredoras la decisión de mantenerse alejadas de sus familias, especialmente de los niños, a menudo es difícil, pero quienes lo hacen generalmente tienen un buen apoyo familiar. “Mi esposo me dijo que no me preocupara, que cuidaría de los niños, y que solo debería concentrarme en mi carrera y pronto los niños también se acostumbraron a verme solo los fines de semana cuando regresaba a casa”, señala la rércord mundial en 42K.
A los pocos meses de unirse al campamento, Kosgei corrió su primer maratón. Fue en noviembre de 2015 en Portugal y alcanzó el primer lugar. Esa fue la señal para dar el salto definitivo de la pista a la calle. Ese cambio la llevó a alcanzar la gloria deportiva sin olvidarse de sus orígenes.
Ahora, luego de cada competencia, o cuando la agenda se lo permite, Brigid regresa a su pueblo para visitar a su madre. Le compró una casa y un terreno con el dinero que ha ganado, y compartir tiempo de calidad con su esposo e hijos.
Juan Pablo Calviño D’.
Preparador Físico & Maratonista.
Entrenador a distancia.
@jpcalvi